Por fin he conocido lo que es la fiesta aquí en tierras inglesas. El viernes fuimos a Fabric (que es totalmente independiente de la Fabrik de Madrid). Un compañero de casa nos había comentado que la música era muy rallante y tal pero que bueno no estaba del todo mal. Yo creo que lo dijo por no quitarnos la ilusión del todo. Botellón previo a temperaturas ínfimas como diría el grandísimo Paco Montesdeoca y un rato después nos dirigimos la horda española con ganas de pasarlo bien y de conocer por fin la verdadera noche londinense. Hacemos cola y cuando llegamos a la puerta el portero nos para y sin decirnos nada levanta el cordón de terciopelo. Yo ya pensando joder somos auténticos VIP’s, pero resulta que estamos fuera de la cola. Explicación del gorila traducida: 5 tios juntos no podeis entrar. Otra de las realidades de Londres aquí si vas en plan macho ibérico con colegas no puedes entrar. Vamos que si no vas con un chati colgada del brazo no te dejan entrar porque si no la sala parecería un campo de nabos. Lo agradezco siempre y cuando haya unas guiris en la puerta dispuestas a compartir compañía con auténticos mozos españoles. Y eso es lo que paso, de vuelta a la cola y a buscar mujeres solas porque las chicas con las que íbamos ni idea de donde estaban, así que nada dos guiris para cinco tios y para adentro. 18 pounds la entrada, sin derecho a copa ni masaje tailandés ni nada.
Fabric es un laberinto, escaleras, salas, paredes, barras. La música que ponen allí es Drum n Bass, para el que no sepa lo que es ya lo digo yo. Ruido. No hay más, no se lo que estaría en la discoteca, calculo que unas 4 horas pues creo que no cambiaron la canción y no hoy ni una sola letra en toda la noche. No me lo pase del todo mal porque yo me lo paso bien en todas partes, es lo que tiene la simplicidad, pero salí de allí con un 50% menos de audición y un beso estampado en la camiseta. Unos labios perfectos de color rosa chillón marcados en el hombro de mi camiseta, no se de quien son pero posibles candidatas contactad conmigo. Gracias.
El lunes el plan era tomarse unas cervezas en plan tranquilo por matar la tarde. El sitio elegido es el Walk About que está en Temple. El sitio en sí es una taberna que en Santander tendría mucho éxito. Tiene unas vistas extraordinarias (al lado del Támesis, ves London Eye) y es muy grande, barra enorme, mesas y una segunda altura con sofás y pantallas de TV bastante grandes. Los lunes las pintas de cerveza son a 1.5 pounds así que como español que soy aprovecho la oferta-invitación y allí voy. Lo cojonudo es que a eso de las 10 la taberna apaga las luces y aquello se convierte en una discoteca por lo que nos pilló de sorpresa a los que fuimos… pero bendita sorpresa. Música en condiciones, es decir comercial y gente no-encocada ni enpastillada así que nada aquí en Londres de momento para mí son mejores los Lunes que el fin de semana. He dicho.
En cuanto al curro ahí sigo haciendo cuádriceps por toda la ciudad, se me están poniendo unas nalgas muy curiosas con tanto andar (grr). Hoy tengo una entrevista en una tienda de donuts y una para kitchen porter así que a ver si hay suerte porque si no lloro.
Y nada ayer igual fue el día más gratificante en Londres, hice muchas cosas con esta gente de aquí. Volví a mi infancia en una juguetería digna de cualquier película americana, vi a Hanna Montana en el encendido de luces de Regent St y fui a Abercrombie y vi cada mujer de escándalo, pero eso para otro día que hay que cocinar.
Aquí os dejo unas fotos de nuestra habitación que se que os gusta saber que vivo en el desorden
A cuidarse
Raymon
Asco!
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